miércoles, 15 de octubre de 2014

Capítulo 2- Selene

Había pasado una semana desde que llegué al campamento. Una semana desde que casi muero a las puertas de mi salvación. Una semana desde que le vi a él. Desde luego no intercambiamos muchas palabras. Unas presentaciones bastante escuetas constituyeron nuestra pobre conversación y el poco tiempo que realmente tuvimos para hablar (los cinco minutos de después antes de que él se fuera a entrenar) los pasó riéndose de mi. Irónico. Y sin embargo lo que más me llamó la atención de él fueron sus ojos. Eran realmente perturbadores. ¿Ojos color miel? ¿No es eso muy fantasioso? Y sin embargo, teniendo en cuenta estos últimos meses, prácticamente me creería cualquier cosa que me contaran.

      -¡Sara! ¡Estás en una clase de tiro con arco, pero no solemos disparar a nuestros campistas! -me gritó Quirón desde el otro lado del campo. Y entoces caí en la cuenta de que, sumida en mis pensamientos, había desviado mi flecha hacia el cielo donde unos campistas aprendían a montar en pegaso.
      -Lo siento mucho Quirón, me he distraido un segundo. No volverá a pasar.
      -Eso espero Sara. Sabes que esto no es un juego y que cuando te enfrentes a un monstruo cualquier error es fatal. Y ante ellos no puedes disculparte. -enrojecida de vergüenza miré hacia la diana. Tensé el arco y disparé. Centro perfecto.
      -Eso está mejor Sara. Mucho mejor. Sé que tienes unas hablidiades increíbles, utilizalas.- Entonces Quirón comenzó a trotar hacia la Casa Grande y le perdí de vista en poco tiempo.

Cerré los ojos un momento y volví a recordar esos perturbadores ojos dorados y, como atendiendo a mi petición silenciosa, alguien golpeó ligeramente mi hombro. Me giré lentamente y en tensión. Y ahí estaba él. Mirándome intensamente. Desvié la mirada y me centré en un punto en su armadura de cuero.

Para seguir leyendo... Capítulo 2

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