Capítulo 1 -Claire Booking

Aquí tenéis el primer capítulo de Claire, hija de Zeus :P

Capítulo 1:

Desde qué nació algo ocurría en su cabeza, la forma que tenía de andar era demasiado armoniosa y muchos la catalogaban de rarita, pero a Sarah no le importaba mucho lo que vieran en su exterior, casi siempre llevaba ropa usada de su madre, que era demasiado canija, y todo lo podía reutilizar, lo combinaba como podía, y no le quedaba más remedio que ir al instituto con esas pintas, aquel día de junio, le quedaba exactamente un día para que empezara el verano, se iría con su madre a una granja de Ohaio, donde podría cabalgar a sus anchas con su yegua Mira, mientras por las noches intentaba sin ningún resultado hacer los deberes de recuperación de la mitad de las asignaturas que cursaba ese año, era todo perfecto, el ambiente de aquel lugar era mágico, se sentía especial, pero también le traía recuerdos más que dolorosos de su infancia.

Era un día muy soleado de julio, se encontraba con su padre y su madre jugando en los columpios de la vieja granja que perteneció hace diez años a sus abuelos maternos, era tan feliz, en esos momentos era una niña muy risueña, de pelo marrón claro, que a la luz del sol se coloreaba de rubio, con un vestidito blanco a topos rosas y unas zapatillitas blancas, se sorprendió al pensar en el cambio brusco, y la dirección que tomaron los acontecimientos.

Ese verano su padre falleció de una manera oscura y horrible, de repente quedó sumido en las cenizas, un fuego blanco e instantáneo lo mató, sin poder hacer nada habíamos perdido, tanto mi madre como yo las ganas de vivir.

Volviendo a la realidad sin ninguna gana me vestí para la ocasión, debía ir más o menos decente a la entrega de notas que se haría en el gimnasio de su instituto, con una camiseta más o menos bonita y unos pantalones vaqueros que le quedaban bastante mejor, se encaminó a la cocina a saludar a su engatusada madre, que cada mañana disfrutaba de su telenovela y tomaba un té de hierbas, cogió una tostada y empezó a roerla, no le apetecía hacer la misma rutina de cada día, hoy cogería la bicicleta y haría ejercicio.

Cogió las llaves de casa que estaban en el mostrador y subió las escaleras de su casa de dos plantas, llegó al ático poco iluminado, con un esfuerzo sobre humano cogió la bicicleta y la bajó/arrastró al piso de abajo, sin despedirse cerró con fuerza la puerta tras de sí.

Con la mochila en la espalda se sentía un poco desequilibrada, y al ser las siete de la mañana no se encontraba demasiado bien, aún había borrachos tirados por la calle que como todas las mañanas le darían la tabarra.

-¿Qué pasaaaaaaaaaa?

El borracho 1 se lanzó a la carretera, con un giro de 20° lo aparté de mi vista.

Como este cinco hombres se interpusieron en mi camino, pero incluso se sus nombres, pues hace unos dos años trabajaban en el pequeño comercio del centro, pero ahora viejos y jubilados no tenían nada mejor que hacer. 

La puerta del instituto estaba decorada con los colores del equipo de fútbol, azul y amarillo, la mascota (una mofeta) nos daba la bienvenida al campus del instituto, también decorado y con animadoras saltando y bailando como sí no hubiera un mañana, aparqué la bici en una farola y la até con llave, pues siempre hay que tomar precauciones.

Tuve qué esperar casi una hora para poder marcharme de aquel lugar con mis notas en el brazo, sin ni siquiera mirarlas sabía lo que contenían: Su In Su In Su In Su In y así sucesivamente.

Cuando abría el candado noté que alguien me miraba pero antes de poder girarme estaba tendida en el suelo, y de alguna parte de mi cuerpo salía mucha sangre, supuse que de la cabeza y perdí el conocimiento.

Cuando desperté horas después, mi cabeza estaba como un bombo y no deseaba otra cosa que dormir, dormir como antes, sin enterarme de nada y ajena a lo que me esperaba atrapada en aquel barco.

Supe que era un barco por qué.

1 Estaba en lo que parecía un camarote

2 Había una ventana circular como las que había en el Titanic 

3 Me mareaba como una jodida prenda en una lavadora

Mientras estaba sumida en mis pensamientos un chico rubio alto y guapo me miraba sonriente y con una suficiencia que me empezaba a poner de los nervios.

-Bueno bueno bueno, hija de Zeus ¿qué tal te encuentras?

-¿Hija de que? 

-Zeus niña he dicho Zeus.

-¿Y quien es ese?

-Pobre, ¿ni tu madre te lo ha explicado?

-¿Que tiene que explicarme mi madre?

-¿También se inventó que tenías un padre o nunca te ha mencionado nada, así como un tema tabú?

Antes de que pudiera responder siguió hablando.

-Estoy empezando a hartarme de tener que ocuparme de todos los mestizos a los que tengo que secuestrar, malditos dioses y sus secretísimos.

-Mira imbécil, tengo un padre que falleció y una madre que está sola en mi casa, ¿te importa soltarme para que me pueda marchar?

-Me temo que no lo has entendido, eres una mestiza, eres mitad humana mitad dios, tu padre es el dios de los dioses, Zeus, y estas aquí para derrotarle, para hacerles pagar a todos los dioses, lo que nos han hecho abandonandonos a nuestra suerte, en una lucha continúa contra monstruos.

Con eso concluyó nuestra charla, no dió para más pues me desmayé.